martes, 2 de diciembre de 2008

Del lucro y la educación

Acabo de leer la noticia de que la Presidenta Bachellet firmó un proyecto de ley para poner fin a la educación municipal, una de las tantas demandas que el movimiento pingüino del 2006 puso en el tapete, así como también el lucro en la educación chilena.
Debo reconocer que otro de los grandes motivos por los cuáles me vine a estudiar educación fue la llamada Revolución Pingüina. Mi idea es participar de un movimiento colectivo que sea capaz de ofrecer una educación de calidad a las mayorías postergadas por este modelo neoliberal, esas mayorías que no están accediendo al conocimiento porque las minorías se lo han apropiado. He allí la idea del lucro en la educación.
Si uno es simplista y reduccionista, diría que el sistema de escuelas subvencionadas es un gran flujo de dineros públicos hacia los bolsillos privados con la excusa de que el sistema privado funciona mejor que el público.
Pero analicemos el sistema y por qué ha sido cuestionado. En síntesis esto funciona así: el Estado determina una cierta cantidad de dinero que un alumno "vale" para el sistema educacional (municipal y subvencionado), este dinero es el llamado "voucher" que el "proveedor" de educación (privados o corporaciones públicas como las municipales) recibe por cada alumno matriculado.

Orígenes:
La justificación de este modelo nace con la impronta neoliberal implantada por la dictadura de Pinochet y promovida por los llamados "Chicago Boys", quienes usaron a Chile como el gran laboratorio de la economía neoliberal. La idea es que corporaciones privadas tendrían menos ataduras estatales para desarrollar y prestar mejores "servicios" educacionales, promoviendo de esa manera una mejora del sistema completo, asimismo la idea de que las personas responden a las políticas con incentivos. Pero eso no fue todo, Pinochet también disolvió la organización gremial de profesores, y con ello permitió que quienes finalmente son los responsables de estar en las salas de clases estuviesen desamparados y al arbitrio del nuevo mercado creado directamente con fondos públicos. Al mismo tiempo que ello ocurría, la administración centralizada de la educación pública fue desarticulada en aproximadamente 300 unidades (municipios), revocando los contratos de los profesores, quienes tuvieron que adecuarse a buscar un trabajo en algunas de las nuevas entidades que comenzaron a prestar servicios educacionales: corporaciones municipales y proveedores privados.

Las escuelas particulares subvencionadas son autónomas en su administración, en el desarrollo de curriculum y en los métodos de enseñanza que utilizan, a diferencia de las de administración municipal, que muchas veces mantienen las ataduras del sistema estatal. Ello era parte también de la justificación para mejorar el sistema en su conjunto: las nuevas escuelas se esforzarían por tener buenos resultados académicos, y las demás responderían aumentando su calidad con el fin de atraer a los estudiantes, y así, como en una cadena de competencia, el sistema mejoraría en su totalidad y la cobertura aumentaría. Los neoliberales predecían que ello ocurriría especialmente en los sectores pobres.

Podemos reconocer tres elementos que son parte del origen de este sistema en Chile: la precarización del trabajo de los profesores y desintegración de su organización, la reducción del gasto público, y la reducción de regulaciones para los privados. Asimismo, los supuestos detrás: que el sistema privado funciona mejor que el público y que la competencia (por estudiantes) mejoraría al sistema en su conjunto.

Los resultados:
Después de más de 26 años de implantado este sistema, los estudiantes denunciaron sus resultados estallando la gran movilización del año 2006. Dos años después de ello, los políticos reciben el lobby de quiénes se han beneficiado de manera grosera e inmoral gracias a este sistema (los sostenedores de escuelas y colegios particular subvencionados)

Lo que ocurrió en Chile son varias cosas:
1. La inversión privada en educación se incrementó notablemente, principalmente a expensas de las familias de los estudiantes.
2. Las corporaciones municipales de municipalidades más ricas pudieron invertir más en educación que las municipalidades más pobres, lo que creó una brecha en la calidad de la educación que reciben ricos y pobres. 3. La matrícula de niños en el sistema público cayó desde el 80% a menos del 60% a diez años de implementarse el sistema (hoy las cifras de matrícula en el sistema público son menores al 50%)
4. El número de escuelas subvencionadas creció en más de 1000, mientras 280 escuelas municipales han sido cerradas.
5. El sistema permitió la elección de las escuelas principalmente en los segmentos medios de la población, mientras los estudiantes pobres siguen asistiendo a las escuelas públicas y los ricos a las escuelas privadas.
6. Las escuelas no se adecuaron a medidas de calidad para atraer estudiantes, sino más bien a otros criterios de mercado (hay evidencia que muestra que la preferencia por una escuela esta altamente determinada por aspectos como el uniforme que usan, religión, o si tienen un nombre en inglés)
7. Considerando las pruebas TIMMS del año 1970 y 1990, no existe un mejoramiento de la calidad en el sistema completo, como fue predicho por quienes originaron el sistema.
8. Los resultados del SIMCE muestran una consistente segmentación socioeconómica en la calidad de la educación que reciben los estudiantes. Los únicos resultados que muestran una mejora relativa son las escuelas subvencionadas que atienden a estudiantes de clase media. Estos estudiantes son en general los antiguos "mejores" estudiantes del sistema público que han emigrado al sistema subvencionado. Por lo tanto es más probable que la mejora se deba a la selección socioeconómica más que a la calidad de las escuelas subvencionadas.

El panorama no es nuevo, fue ya analizado por el Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación, convocado por la Presidenta Bachellet para frenar la movilización social que se estaba viviendo en Chile en el 2006, y antes por los mismos estudiantes en sus salas de clases. Desafortunadamente muchas de las demandas emanadas de los estudiantes han sido sobrepasadas por los grupos de lobby y poder que mantienen este matrimonio entre los políticos y empresarios. Una de ellas es el lucro, que en la educación es incentivo que tienen los empresarios para hacer escuelas y ganar dinero gracias a los recursos públicos, usando en su mayoría criterios de mercado y no la mejora en la calidad predicha por los Chicago Boys que estuvieron detrás de la transformación del sistema Chileno en dictadura.

Leer a Bachellet intentando hacer una reforma en la organización del sistema en su conjunto es admirable, considerando su eslogan de campaña, en que mostraba a una estudiante al lado de la frase "estoy contigo." Pero siendo franco, mientras el gobierno no se atreva a tocar el tema del lucro en la educación de manera firme, es muy dificil que veamos resultados de mejora en el mediano plazo. La codicia de los empresarios no puede seguir siendo financiada con recursos públicos con la promesa de que mejorará la educación para los más pobres, más aun cuando la evidencia muestra que después de 28 años usando este sistema las cosas no han cambiado, y aun más, han empeorado.

Bibliografía interesante:

Bellei, C., Contreras, D., & Valenzuela, J. P. (2006). Documento diagnóstico - subcomisión insttucionalidad, Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación

Carnoy, M. (1997). Is privatization through education vouchers really the answer? A comment on west. The World Bank Research Observer, 12(1), 105.

McEwan, P. J., & Carnoy, M. (2000). The effectiveness and efficiency of private schools in chile's voucher system. Educational Evaluation and Policy Analysis, 22(3), 213-239.


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