miércoles, 8 de octubre de 2014

SIMCE: los esfuerzos de la élite

Sobre el SIMCE de escritura y sus resultados:
Hay tres esfuerzos que la élite despliega constantemente con el fin de mantener el sistema sin transformaciones que escapen a sus intereses.
El primer esfuerzo es la dominación simple en defensa de sus intereses. La fuerza. Esto lo hacen copando las instituciones del Estado y defendiendo el supuesto legítimo uso de la fuerza, mediante el ejército, la policía, y los organismos de seguridad.
El segundo esfuerzo es la dominación mediante sistemas legales de clasificación de las actividades en términos de delitos o no delitos. Para ello buscan sostener las estructuras normativas y adecuarlas a sus fines (mediante mecanismos como los "fondos reservados" que han poblado los medios en las últimas semanas). Así, es posible normar como delito los robos hormiga que les afectan directamente, pero institucionaliza los grandes robos como los que hacen las AFP e Isapres.
El tercer esfuerzo es construir una narrativa social que desprecie la iniciativa de los actores antagónicos a la élite, como son los sectores populares. De allí que hayan sido capaces de construir todo un aparataje estadístico-intelectual como el SIMCE, la PSU, la evaluación docente, la prueba INICIA, con el fin de darle argumentos a su narrativa de que los sectores antagónicos "no saben", o "no entienden", o simplemente "son tontos". Es un esfuerzo aristocratizante, que no tiene relación alguna con las capacidades de los antagonistas de la élite, sino con relaciones de fuerza que permiten mantener la dominación de ésta sobre la sociedad.
Por eso, no me compro eso de que "la gente" no entiende lo que lee, ni que no se sabe expresar, pues esos juicios están construídos para que otros digan "yo sí se entender lo que leo", "yo sí me se expresar", y que esos sean siempre de la misma élite. El punto es cómo logramos expresar nuestros deseos de cambio y transformación prescindiendo de las herramientas que la élite ha armado con fines de dominación y de infantilización de sus adversarios, y cómo armamos derroteros que permitan realizar esas transformaciones.
Vamos a acabar con el SIMCE, y después iremos por ustedes, aristócratas.