domingo, 1 de mayo de 2011

La Calidad de la Escuela no es solo Académica

En enero pasado asistí a la graduación de mi sobrino de su jardín infantil. Era un acto, un rito, que marca el paso desde una etapa a otra en la educación. El acto estaba organizado como cualquier acto tradicional en una escuela pública: himno nacional, formación de los niños, padres, apoderados y familiares en el público, palabras de los directivos y algunas profesoras. Y, por supuesto, las actuaciones de los niños y niñas en colectivo. Esta vez fue el turno de un baile. Me vi emocionado al ver a mi sobrino ‘bailar,’ al igual que el público que presenciaba la performance. Sin embargo, en el contexto del academicismo del baile, la actuación de los niños no podría sino estar lejos de lo que un profesional encontraría ‘de calidad.’ Pero para muchos, incluyéndome, eso no era lo importante; lo importante era el rito con el cual se marca el término de una etapa y se inicia otra.